La Policía no encuentra a El Rafita, asesino de Sandra Palo, a pesar de que comunicó al Juzgado que le tenía controlado

La Policía todavía busca a Rafael Fernández García, alias El Rafita, uno de los condenados por el asesinato de la joven Sandra Palo en 2003, tras emitirse una orden de busca, captura e inmediato ingreso en prisión por parte del titular del Juzgado de Ejecutorias número 7, de Madrid, por un delito contra la seguridad vial que cometió en el año 2011 y que ahora ya puede ser conmutado por pena de prisión al tener ya antecedentes penales firmes.
El Rafita, que cuenta ya con 24 años, se presentó el pasado día 28 de enero ante el citado Juzgado tras un requerimiento de su titular, el magistrado Juan Carlos Peinado, quien, para evitar fugas, remitió a casa de la madre de Rafita, en la Cañada Real de Madrid, la pertinente citación judicial. Este magistrado, con gran prestigio dentro de la carrera judicial por sus múltiples puestos ocupados, comunicó ese mismo día a Rafael Fernández García que le daba un plazo de 24 horas para ingresar en prisión. Le dijo que lo hacía como consecuencia de un delito que éste había cometido en febrero de 2011, cuando fue detenido en su barrio madrileño por conducir ebrio y sin carné. Entonces, pasó a disposición judicial por un delito contra la seguridad vial y se le impuso una multa que no pagó, por lo que se le conmutó por cuatro meses de cárcel, que tampoco cumplió al no tener por entonces antecedentes penales firmes. 
Orden busca y captura hasta octubre de 2017 
En el verano de 2012, al anterior titular de este Juzgado madrileño lo dejó precisamente en libertad al no tener antecedentes penales y ser un delito menor. Pero hace unos meses saltó la alarma – el nuevo titular así lo había impuesto-, del Juzgado de Ejecutorias nº 7 de Madrid indicando que El Rafita tenía ya antecedentes penales por un caso de violencia donde estaba involucrado y que por fin ya tenía carácter firme. A raíz de esta información penitenciaria sobre la existencia de antecedentes penales de El Rafita, el ahora titular de este Juzgado madrileño llamó de inmediato a Rafael Fernández García y le comunicó que al ya tener antecedentes penales debía cumplir su condena de cuatro meses de cárcel por un delito contra la seguridad vial, y al no haber pagado la multa en su día. 
Así se lo indicó el pasado día 28 de enero, comunicándole que le daba un plazo de 24 horas para ingresar en la prisión que quisiera para cumplir su pena de cuatro meses. Al día siguiente, El Rafita no ingresó en prisión alguna. Y el magistrado dictó el 31 de enero un auto de busca, captura e inmediato ingreso en prisión. Desde entonces, la policía lo busca, y a pesar de haber dicho al juzgado que lo tenía controlado por la zona de La Villa de Vallecas y Cañada Real, el asesino de Sandra Palo no ha aparecido. No hay noticias suyas, ni el juzgado las tiene. Todo indica que Rafael Fernández García ha huido ante el miedo de ingresar en prisión. La orden de busca y captura estará vigente hasta febrero de 2017, aunque se espera encontrarlo antes.
Un peligro público en libertad
Hay que recordar que El Rafita, ya como mayor de edad, arrastra una amplia carrera delictiva. Acumula varias detenciones por delitos contra el patrimonio, robo de coches y violencia por los que acumula varios cargos. Ya en agosto de 2011 estuvo en búsqueda y captura durante varios meses por un auto dictado, esta vez por el Juzgado número 29 de Madrid, por un caso de violencia; en concreto, por su vinculación con una banda dedicada a robar y desguazar vehículos. Tuvieron que pasar nueve meses, marzo de 2012, para que por fin fuera detenido, y tras una laboriosa investigación policial en la que fueron apresadas otras 20 personas en la Cañada Real. Entonces, tras pasar a disposición judicial, fue puesto de nuevo en libertad con cargos.
El Rafita saltó desgraciadamente a la fama informativa -entonces con 14 años- por haber perpetrado el 17 de mayo de 2003 en un descampado de Leganés (Madrid), junto a otros dos menores de edad, el asesinato de Sandra Palo, una joven de 22 años que padecía una minusvalía psíquica, a quien violaron y atropellaron en repetidas ocasiones con un automóvil antes de prenderle fuego. 
Por este caso, Rafael Fernández García fue juzgado como menor de edad y permaneció en centros de internamiento durante cuatro años, al cabo de los cuales quedó en situación de libertad vigilada. Pero aquello, al ser menor, no se conmutó con antecedentes penales. También al ser delitos menores, los jueces le han ido dejando en libertad condicional a la espera de juicio y con la obligación de acudiral Juzgado en determinados días al mes, cosa que en ocasiones no ha cumplido. Pero ahora sí que tiene antecedentes penales en firme y por eso se le busca, todavía sin éxito. Y aunque la fiscalía ha recurrido esta última decisión, ello no es óbice para que se pueda ejecutar y El Rafita ingrese en prisión.

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